Si lo dijo o
no Spinoza, carece de importancia, lo relevante es lo que dice el mensaje: creo
que Dios habló.
Cómo tema de
reflexión en esta Semana Santa.
Texto tomado
de: www.portaloaca.com/articulos/ateismo/1897-dios-segun-spinoza-siglo-xvii.html,
recuperado el 2 de abril de 2015
Este es el Dios o Naturaleza de Spinoza:
Dios hubiera dicho:
“Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el
pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu
vida.
Quiero que
goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he
hecho para ti.
¡Deja ya de
ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y
que dices que son mi casa.
Mi casa
está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí
es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.
Deja ya de
culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o
que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo.
El sexo es
un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu
éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te
han hecho creer.
Deja ya de
estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver
conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada
de tus amigos, en los ojos de tu hijito… ¡No me encontrarás en
ningún libro!
Confía en
mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?
Deja de
tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te critico, ni me enojo, ni me
molesto, ni castigo. Yo soy puro amor.
Deja de
pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice… yo te llené
de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de
incoherencias… de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a
algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo
soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a
todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué
clase de dios puede hacer eso?
Olvídate de
cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas
para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti. Respeta a
tus semejantes y no hagas lo que no quieras para tí. Lo único que te pido es
que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.
Amado mío,
esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un
ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay
aquí y ahora y lo único que necesitas.
Te he hecho
absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni
virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro.
Eres
absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno.
No te
podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un
consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única
oportunidad de disfrutar, de amar, de existir.
Así, si no
hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di.
Y si lo
hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal,
te voy a preguntar ¿Te gustó?… ¿Te divertiste?… ¿Qué fue lo que más
disfrutaste? ¿Qué aprendiste?…
Deja de
creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en
mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas
a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te
bañas en el mar.
Deja de
alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy?
Me aburre
que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo
cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado,
sobrecogido?… ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.
Deja de
complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado
acerca de mí. Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este
mundo está lleno de maravillas. ¿Para qué necesitas más milagros?
¿Para qué tantas explicaciones?
No me
busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro… ahí estoy, latiendo en
ti.”