El Marco de Referencia en los trabajos de investigación académica
El marco de referencia, como
su nombre lo indica, es la parte del trabajo que permite al investigador
plasmar los diferentes conceptos y teorías
que sobre el problema o tema de investigación han expuesto previamente
diferentes autores o investigadores. En ese sentido, el marco de referencia
debe comprender, mínimo, dos grandes componentes, el marco conceptual y el
marco teórico. En el primero de ellos, el investigador plasmará todo lo que se
ha conceptualizado sobre su problema de investigación. Por ejemplo, si el
problema de investigación está relacionado con problemas hiperactivos en niños,
en el marco de referencia deben aparecer los diferentes conceptos que sobre
dicho tema han sido tratados previamente, tales como: qué se conoce como
hiperactividad, cuál o cuáles son las diferentes formas de conceptualización y
cuál o cuáles los signos y síntomas que debe presentar un niño para que sea
diagnosticado como “niño con trastornos hiperactivo”, etc. La función que
cumple, en este sentido, el marco de conceptual es la de ilustrar al potencial
lector sobre el tema tratado en la investigación, por un lado, y por otro,
demostrar, mediante el escrito, que el autor conoce del tema y que lo enfocará
desde el punto de vista que está siendo utilizado en la construcción del marco
de referencia.
Por otro lado, el marco
conceptual también permite la construcción y delimitación de un lenguaje
artificial, técnico, propia de la actividad científica. En este sentido, Ladrón
de Guevara, (1978), citado por Méndez, (2002), señaló:
El conocimiento
científico en su conjunto comparte el hecho de que se vale de un lenguaje para
formalizar sus proposiciones. Es decir, que el proceso de construcción teórica,
esto es, de explicaciones, se apoya en una base conceptual que se traduce en
signos y símbolos dotados de una cierta valoración dentro de las proposiciones
y dentro de la estructura misma. El lenguaje
al que nos estaos refiriendo son los conceptos y la base lingüística
sobre la que se apoya (pág. 110).
El marco teórico, por otro
lado, cumple una función explicativa del fenómeno en estudio. En ese sentido, en el marco
teórico se exponen y debaten las explicaciones dadas previamente por otros
investigadores sobre el tema que se está tratando. Si en el marco conceptual se
describieron conceptualmente algunos elementos del estudio, el marco teórico
cumple con la función de explicarlos. Recordando que la descripción y la
explicación, son dos de las funciones de la ciencia. Siguiendo con el ejemplo del
trastorno hiperactivo, en el marco teórico se expondrán, y si es del caso, se
debatirán, las diferentes explicaciones que sobre este trastorno han expuesto
expertos e investigadores con anterioridad.
Por lo general, en la
construcción del marco conceptual se aceptan tal y como aparecen las
definiciones o conceptos dados por los investigadores previamente, en tanto que
en el marco teórico la situación podría cambiar, es decir, cuando el
investigador está construyendo el marco teórico, no es un ente pasivo que transcribe lo que lee, al contrario, es en
este apartado en que el investigador demuestra su sapiencia sobre el tema que
está tratando, evidenciando conocer varias de las teorías que se han expuesta
para explicar su objeto de estudio o tema de investigación, debatiendo las que
carecen de fundamento y aceptando o ampliando las que han demostrado mayor
validez y confiabilidad.
Lo anterior se debe a que
hay diferentes teorías que explican un mismo fenómeno de manera distinta. En efecto,
las posiciones epistemológicas se ven reflejadas en los diferentes paradigmas
explicativos de un mismo fenómeno. En el ejemplo del trastorno hiperactivo se
pueden encontrar diferentes formas
explicativas, que van desde un trastorno neurológico no detectado
mediante técnicas de resonancia, imageneología o electroencefalografía, hasta
explicaciones del tipo que el niño que presenta este trastorno obedece a algún
tipo de neurosis. Es ahí, precisamente, donde el investigador podría a entrar a
confrontar las distintas tesis, quedándose con una de ellas que es la que
sustentaría su trabajo.
Por otro lado, el estudio de
las diferentes tesis de anteriores autores o investigadores sobre un mismo tema
podría llevar al investigador a reformular sus propias tesis. Si bien es
cierto, que el principio de parsimonia señala que de entre varias teorías
igualmente validadas que explican un mismo fenómeno el investigador ha de
escoger la más sencilla, (Zinser, 1989), no es menos cierto que en la actividad
investigativa, el investigador puede llegar a exponer sus propios puntos de
vista y proponer nuevas teorías.
El marco conceptual y el
marco teórico no son los únicos que aparecen en el marco de referencia. Son,
como ya se señaló, los dos componentes mínimos que deben estar plasmados en el
escrito. Dependiendo del tipo de estudio y del tema de investigación, pueden, y
deben, parecer citados en el marco de referencia, otros marcos tales como el
legal, donde el investigador plasma las normas legales relacionadas o que
apoyan su objeto de estudio. Por ejemplo, si lo que se pretende es establecer cuáles
son las consecuencias del acoso laboral en la motivación de los empleados de la
industria del cuero, por señalar un caso, es necesario que el investigador
profundice en el estudio de las diferentes normas legales que definen y regulan
el acoso laboral. Lo anterior también es aplicable a otro tipo de
investigaciones, como por ejemplo, lo relacionado con el comportamiento
criminal o investigaciones similares.
Otro marco que puede
aparecer es el histórico, en el cual el investigador describe el comportamiento
a través de la historia de su objeto de estudio. Ello debido a que el
cocimiento no se da por generación espontánea, sino que obedece a procesos
complejos donde se conjugan distintas variables, entre ellas, las condiciones temporo
- espaciales. Es lo que Boring, (1978) llamó, el Zeitgeist, o espirito de los tiempos. En una investigación, por
ejemplo, sobre la creación de empresas económicas en Colombia y América Latina,
no se pueden desconocer los tiempos ligados a procesos de apertura económica y de
globalización de la economía. Dichos procesos obedecen, asimismo, a condiciones
históricas determinadas que son necesarios explicitar en el marco de
referencia.
El marco histórico le
permite al investigador ligar históricamente su objeto de estudio con las
condiciones temporales en donde va ha desarrollar su investigación. La
investigación se ha de circunscribir a unas condiciones temporales específicas,
en ese sentido, señala Méndez, (2002):
Recordemos que una de
características de las ciencias fácticas es el relativismo, aspecto explicado
en el primer capitulo de este libro. Justamente, este concepto permite
comprender la necesidad de definir “el tiempo” dentro del cual se enmarca la
investigación prepuesta (pág. 113).
El marco temporal remite al
espacial, recordando que tiempo y espacio forman un continuo en el cual el uno
permite la explicación del otro y éste a su vez el de aquel. Tiempo y espacio
son dos variables que al ser conjugadas y ligadas a otras variables, permiten
explicaciones validas y confiables a fenómenos determinados. Un ejemplo de ello
es el estudio de las funciones musculares. En el tiempo en que vivió Leonardo
da Vincci, en Venecia, no estaba
permitido el estudio anatómico post mortem. Las condiciones políticas y
religiosas, dos variables ligadas a la variable tiempo, no lo permitían. Sin
embargo, en los tiempos de Galeno si lo estaban. Por ello, no es lo mismo
estudiar las funciones musculares en la actualidad (marco temporal) que
haberlas estudiado en épocas de la Santa Inquisición.
Por otro lado, no es lo
mismo estudiar las funciones musculares en occidente, Estados Unidos, por
ejemplo, que hacerlo en Afganistán dominado por los talibanes. Ahí las
condiciones espaciales, en donde imperan condiciones políticas determinadas,
juegan un papel importante. A nivel empresarial, no es lo mismo estudiar la
creación de empresas hoy, en un mundo globalizado y de apertura económica, que
hacerlo en los tiempos de proteccionismo económico. De ahí la necesidad de
definir, en la investigación, el tiempo y el espacio en que se va a desarrollar
el estudio.
Condiciones previas a la construcción
del Marco de Referencia
El
marco de referencia es el resultado del estudio previo de las diferentes
posiciones teóricas y conceptuales sobre el objeto de estudio. Para ello es
necesario que el investigador haga un análisis de los estudios previos, sin
pretender extender la revisión bibliográfica a un estudio descriptivo tipo
“Estado del Arte” completo, pero sí obliga al investigador a una revisión
concienzuda, metódica y sería de los distintos materiales que sobre su objeto
de estudio se han publicado, así como a trabajos inéditos, tales como
investigaciones universitarias no publicadas.
Lo anterior remite al
concepto de fuentes de información. En efecto, antes de iniciar el proceso de
investigación propiamente dicha, el investigador ha tenido que revisar la
literatura especializada dado que se puede correr el riesgo de hacer una
investigación que ya fue hecha por otro u otros investigadores, o estudiar un
tema el cual ha sido lo suficientemente estudiado y tratado.
El
ejercicio del investigador, una vez ha definido su objeto de estudio o
“problema de investigación”, empezará por definir las fuentes de información.
Se recuerda que fuentes de información no es lo mismo que fuentes de
conocimiento. La fuente de todo conocimiento es la investigación, en tanto que
las fuentes de información son todos aquellos elementos, incluyendo personas y
documentos, que nos permiten informarnos sobre un tema en particular, las cuales
pueden ser fuentes primaría, fuentes secundaría y fuentes terciarías. En ese
sentido, si el tema de investigación gira en torno a la percepción que tienen
las personas sobre un tipo de criminalidad especifica, por ejemplo, las
perdonas serían las fuentes de información, que en este sentido serían fuentes
primarias. También son fuentes primarias las investigaciones originales, los
resultados de los estudios académicos y las bases de datos de organizaciones
investigativas tales como los departamentos estadísticos de las empresas o los
países. Recapitulando: son fuentes primarias la información que se obtiene
directamente de las personas objeto de estudio, los resultados de
investigaciones, los informes de gestión de las empresas, etc., es decir, toda
la información que se puede tomar de primera mano. Esta información por lo general
se encuentra en las revistas científicas, en los informes de gestión de las
empresas, en los reportes específicos y/o estadísticos de entidades estatales y
en los trabajos de grado de las universidades, entre otras.
Un buen ejemplo de la
utilización de fuentes primarias es el informe de investigación intitulado La ruta de la expansión paramilitar y la
transformación política de Antioquia, 1997
a 2007, López, (2008), en Para política. La ruta de la expansión paramilitar
y los acuerdos políticos (2008). En este trabajo, la autora señala: “Toda la
información utilizada en esta investigación proviene de fuentes oficiales:
Registraduría Nacional del Estado Civil, Observatorio de Derechos Humanos de la
Vicepresidencia de la República y Gobernación de Antioquía (pág. 123).
Sin
embargo, los investigadores también pueden recurrir a otras fuentes tales como
libros, revistas de divulgación científica y hasta periódicos o revistas noticiosas.
En este caso las fuentes ya no serían fuentes primarias sino secundarias y
terciarías, dependiendo de que tipo de fuentes se utilicen. Los libros de texto
por lo general son fuentes secundarias, a no ser que sean libros que exponen
ideas centrales de una teoría de un autor o científico. Por ejemplo, el libro
La síntesis experimental del comportamiento (Ardila, 1993) es un texto donde el
autor propone una forma de explicar el comportamiento humano. En ese sentido,
la fuente es primaria. Sin embargo, cuando el autor cita a otros autores para
respaldar su tesis, ahí el libro se convierte en fuente secundaria. Las fuentes
primarias se distinguen fácilmente de las secundarias en que aquellas son de
primera mano en tanto que estas lo son de segunda. Si un autor de un libro cita
ideas de otros autores o resultados de investigaciones de terceros científicos,
en ese caso el libro es una fuente secundaria. En cuanto a la importancia de
las fuentes secundarías, Méndez, (2002) señaló:
El marco teórico
supone una identificación de fuentes secundarias sobre las cuales se podrá
diseñar la investigación propuesta. La lectura de textos, libros
especializados, revistas y trabajos anteriores en la modalidad de tesis de
grado, es fundamental en su formulación (pág. 111).
Quien escribe no estaría del
todo de acuerdo con el autor citado en la medida en que, como ya se señaló
anteriormente, las revistas científicas y los trabajos de grado son más de
corte fuente primaría. Sin embargo se estaría de acuerdo con el autor si cuando
se refiere a los trabajos de grado hace referencia a los marcos de referencia
de esas investigaciones y no a los resultados. El marco teórico y conceptual de
los trabajos de grado académicos vendría a ser fuentes secundarias en tanto que
los resultados de dichos trabajos serían fuentes primarias.
Las fuentes terciarias son
aquellas que se encuentran en revistas y periódicos no especializados pero que
se constituyen en un momento dado en fuentes relevantes, empero, se recomiendan
su poca utilización en la medida de que al no ser fuentes especializadas, la
información que allí se plasma carece de la rigurosidad científica necesaria
para ser catalogada como valida y confiable. Una muestra de ello son las muchas
rectificaciones que tienen que hacer los
periódicos, dado la no veracidad de sus fuentes.
Criterios para escoger las fuentes de información
Para
el investigador novato, escoger las fuentes resulta una tarea ardua y de
pocas gratificaciones en tanto que son miles y miles de textos que se pueden
encontrar en las bibliotecas, hemerotecas, e incluso en la INTERNET, que no
tienen ningún tipo de validez y confiabilidad. Para no perderse en la maraña de
publicaciones que podrían no resultar conducentes y pertinentes en la
investigación, se recomiendan las siguientes medidas: a) Año de publicación de
la fuente. Al hacer una revisión bibliográfica se recomienda que como mínimo se
estudien los antecedentes del problema en los últimos diez años, es decir, que
la literatura que se ha de analizar tenga como mínimo diez años, lo que obliga
al investigador a ser persistente en la búsqueda de la información. Sin
embargo, también se exige actualidad de la información, entre más reciente,
mayor probabilidad de validez y confiabilidad en la fuente; b) Autor o
investigador que publica. Una de las más efectivas formas de seleccionar las
fuentes es a partir de la autoridad que escribe, es decir, la seriedad e
idoneidad del autor, investigador o científico. No todas las personas que
escriben lo hacen a partir de estudios previos sino de disertaciones
especulativas sobre los temas que tratan. En ese sentido, el investigador ha de
aprender a diferenciar entre los especuladores y los escritores serios. Una
forma de distinguir a los autores es a partir de sus múltiples escritos o de la
relevancia de sus disertaciones. Otra forma, menos compleja es determinar la
editorial; c) Las editoriales serias solo publican a autores con altos
estándares de credibilidad lo que remite a su validez y confiabilidad. Las
editoriales serías no solo no le publican a cualquier autor sino que
adicionalmente ellas mismas se encargan de que sus libros se encuentren
actualizados. Por ello es importante para el investigador conocer cuales son
los autores, investigadores y científicos destacados en su campo de estudio,
así como las editoriales que publican en dicho campo.
Al
investigador nobel se le recomienda que al iniciar la búsqueda de fuentes de
información recurran a las prácticas ortodoxas en esa materia: visitar
bibliotecas, hemerotecas y demás sitios de almacenamiento y préstamo o venta de
libros, revistas y demás documentos. En la era de la INTERNET, es recurrente
que los investigadores nobeles solo se limiten a este tipo de vía de consulta
bibliográfica, obviando la visita física a los sitios donde se encuentran las
fuentes. Esto no es recomendable.
Una
vez que los libros y/o cualquier otro documento sea seleccionado como posible
fuente de información, se levantará una ficha bibliográfica, la cual debe
contener el nombre del libro, el autor, año de publicación, editorial, edición,
y en lo posible, una breve reseña del contenido del libro, resaltando la importancia
para el investigador, es decir, si el texto es relevante desde el punto de
vista teórico, conceptual, histórico, espacial o temporal.
Una
vez agotadas las posibilidades de búsqueda de las fuentes de información, el
investigador empezara por hacer la selección de los textos a partir de las
variables señaladas anteriormente, procediendo a su lectura. Una vez leído el
material que le permita construir el marco referencial, se dispondrá a ello.
Elaboración del marco referencial
La elaboración del marco referencial
supone una gran capacidad de síntesis y de comprensión de textos por parte de
quien escribe (Méndez, 2002), demandando una adecuada capacidad de
redacción. Al redactar el marco de referencia, el investigador tomará, como ya
se ha aclarado con insistencia, todo el material recogido con anterioridad,
plasmando su abstracción y síntesis en el documento resultante. Es apenas claro
y natural que lo que el investigador está escribiendo no obedece a su propia
inspiración sino a la de los investigadores y autores leídos, ello implica que
cada idea o afirmación que se haga debe estar acompañada de la correspondiente
cita.
Se corre el riego, en la
elaboración del marco conceptual, de transcribir ideas o exponer conceptos como
propios siendo de otros autores. A ello se le conoce como plagio, el cual es
castigado en la mayoría de legislaciones del mundo. En Colombia el plagio está
tipificado en la ley penal en donde se destaca toda una legislación sobre
derechos de autor.
Para
no incurrir en plagio se recomienda una adecuada manera de escribir de tal
forma que lo que se plasme en el papel sean las ideas propias, así estas sean
apoyadas en otros autores. El parafraseo es una de las técnicas utilizadas, sin
embargo, no resulta ilegal trascribir ideas de otros autores siempre y cuando
se cite a sus fuentes.
En
la elaboración del escrito correspondiente al marco referencial se utilizan
cinco formas de citas: citas textuales cortas, citas textuales largas, citas
contextuales, citas de citas corta y citas de citas largas. La cita textual,
como su nombre lo indica, es la transcripción textual de una idea del autor
citado. La diferencia entre la cita textual corta y la larga estriba en el
número de palabras que contiene la cita. Si la cita es menor a 40 palabras, la
cita es corta y si es de cuarenta palabras o más, la cita es larga. La forma
como se transcribe la cita depende de si es corta o larga. Si la cita es corta,
se transcribe en el mismo párrafo, abriendo comillas de la forma como se
presenta la cita de López de este
escrito. En dicha página se citan palabras textuales de la autora (López,).
Nótese que es en el mismo párrafo donde se hace la cita, solo que está entre
comillas y al finalizar la cita, se cierra las comillas, se abre un paréntesis
y se coloca el número de la página del libro de donde se extrajo la cita. En
ese sentido, toda cita debe contener los siguientes elementos: apellido del
autor, fecha de publicación de la cita, si ésta es corta se transcribe en el
mismo texto entre comillas y se finaliza colocando el número de la página entre
paréntesis.
Las
citas textuales largas se transcriben pero en renglón separado, en párrafo
aparte, sangrado a la izquierda. No se abren comillas, pero si se señala el
número de la página de donde se tomo la cita. Ejemplo de este tipo de cita es
la primera que se hace de Méndez, en este texto.
Las
citas contextuales son aquellas en que el autor que hace la cita confunde sus
ideas con las del autor citado. En este tipo de escrito no es clara la cita,
por lo tanto no se sabe donde empieza dicha cita, por lo tanto va dentro del
texto y no se encuentra entrecomillada. Un ejemplo de este tipo de cita es la
que se hace de Méndez de este escrito, que no es textual. En ella, el nombre del autor
aparece entre paréntesis acompañado por el año en que se escribió el texto.
Nótese que en esa cita no aparece el número de página. La razón de ello es que
la cita es una combinación entre lo que dice Méndez, (2002) y las ideas de
quien escribe estas líneas.
Las
citas de citas son exactamente iguales a las citas textuales, es decir, pueden
ser costas o largas, dependiendo del número de palabras. La diferencia entre
las citas textuales y las citas de citas, es que éstas ultimas están antecedidas
de la expresión Fulano, (año), citando por Sutano (año). Un ejemplo de este
tipo de cita es la que se hace de Ladrón de Guevara, (1978), en la página 3 de
este escrito.
Por
ultimo, cabe señalar que todas las referencias bibliográficas que aparecen en
el marco de referencia deben estar en la bibliografía y viceversa.
Referencias bibliográfica
Ardila, R. (1993) La síntesis experimental de
la conducta. Bogotá: Planeta
Boring, G. E (1978) Historia de la psicología
experimental. Bogotá: Trillas
López, C. (2008) La ruta de la expansión paramilitar y la transformación política de Antioquia,
1997 a 2007, Autores varios (2008) en
Para política. La ruta de la expansión paramilitar y los acuerdos políticos.
Bogotá: Intermedio Editores.
Méndez., C. (2002). Metodología. Diseño y
desarrollo del proceso de investigación. 3ª ed. Bogotá: McGraw-Hill
Zinser, O. (1989) Psicología experimental.
Bogotá: McGraw-Hill